No tenemos Wifi

La noche del pasado miércoles fue lo que yo denomino "noche de birras". Cansados de estar toda la mañana en clase dos amigos y yo decidimos ir a tomar algo después de comer. Sí, que la noche de birras empieza a las cinco de la tarde. Fuimos a uno de esas bares con cerveza barata y con ella aguantamos hasta altas horas de la noche. Ahi estabamos, el bala y sus dos gatillos dispuestos a darlo todo.

Este tipo de bares son los que a mi me gustan. Tres quintos de preciada rubia por un euro. Una valiosa oferta que tienta hasta el más sobrio y sano del lugar. Cada uno de nosotros pagaba una ronda hasta que se hizo la hora de cenar. Más de veinte botellines llenaban la mesa. Nunca tiramos ninguno porque siempre pretendemos batir el record de cervezas que conseguimos el curso pasado. En esta ocasión fuimos incapaces de superarlo. En un considerable estado de embriaguez nos sirvieron bocadillos para saciar el apetito. Una cena que empezamos a digerir a la vez que en la televisión del bar ponían un partido de fútbol. Esto es muy importante. Toda cena de birras va acompañado por un partido de ese deporte que nos vuelve locos a todos los españoles. Esa noche no era un partido importante. Se trataba de la Copa del Rey, competición con mucha menos emoción que la liga o la "Champions". Quizá por ello no superamos el record de 55 tercios que tenemos en nuestro haber (mejor no os cuento como acabé esa noche).

Después del partido, el bar, que estaba a rebosar, se fue vaciando. Nos tomamos la última ronda y volvimos a casa. Con un podo más de cinco euros cada uno pasamos una buena tarde. Muchas cervezas, un bocadillo, fútbol y largas charlas con grandes amigos, que es lo que de verdad vale la pena en la vida. Todo eso acompañado de un ambiente universitario excepcional. Este es otro aspecto de la vida cotidiana de los universitarios. Poco a poco os iré contando más de estas tradiciones. Ahora cuando llegue al piso le preguntaré a Emilio por sus examenes. Buenas noches.

Javi